domingo, 26 de abril de 2009

He callado por bastante tiempo
He dejado el hábito de invocarte en las noches
Repartirte entre las paredes, darte vueltas
Hasta que pueda arrancarte unas palabras
Mientras me siento a narrarte en la oscuridad de tu sombra
He reprimido los fantasmas
Silenciado las voces, he cerrado las cortinas
Tirado la tinta, usado los lápices para sostenerme el pelo
He enterrado los esqueletos que surgían a diario
Y de los garabatos no queda ya ni polvo
Porque escribir era cosa de muertos
Y algún día tenía que nacer
Nacer y vivirte
Por ti
Despertar de esas sábanas blancas rayadas
Y sentir lo que nunca sabré escribir.